La Amapola de Anatolia (Papaver rhoeas) es un punto atractivo en el jardín con sus grandes flores de color rojo escarlata, parecidas al papel crepé, en forma de copa, con un ojo oscuro y manchas negras en la base. Plantadas en pequeños grupos, sus atrevidas flores darán un toque de color a tus canteros y llamarán la atención desde la primavera hasta principios del verano. Crecen en grupos de hasta 70 a 90 cm de alto y se extienden de 45 a 60 cm, las flores generalmente miden 10 a 15 cm de ancho y se elevan sobre tallos largos cubiertos de hojas de color verde plateado parecidas a cardos. Prefiere pleno sol hasta sombra muy ligera y disfruta de suelos ricos, fértiles, de humedad media y bien drenados. Los suelos de jardín promedio son aceptables siempre que el drenaje sea bueno. Esta planta no responde bien al calor y la humedad elevados del verano. Fácil de cultivar, longevo y prácticamente sin cuidados. Perfecto para bordes y parterres, jardines de rocas y jardines silvestres. Las vainas de semillas que siguen a las flores marchitas también son bastante atractivas y pueden usarse en arreglos florales secos o dejarse en el jardín por el interés visual que aportan. Esta amapola oriental se puede cultivar a partir de semillas y tiende a auto sembrarse en el jardín. La mejor época para plantar amapolas es el otoño. Las plantas cultivadas en contenedores se pueden plantar en primavera.